Me encanta el mar, desde siempre, a pesar de haber nacido en secano
Sus olores, sus colores, su enigmática profundidad. Ayer me dió tiempo a respirar y a disfrutar de un tímido rayo de sol. Me puse la ipod y me metí en la playa.
Momenttos impagables, la música y la luz.
Lo malo de ser un nómada es que nunca sientes ningún sitio como tu hogar, aunque para mí estar a lado del mar es como si estuviera en mi casa, porque aunque cambies de lugar el mar siempre te será familiar. Volver a vivir en un sitio sin sentir que el mar está cerca se me hace difícil de imaginar, aunque esta vida da tantas vueltas,...
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