Ayer por la noche fuí a ver "Revolutionary road", un trágico film dirigido por Sam Mendes, director de la espléndida "American Beauty". Estuve con un nudo en la garganta durante las dos horas de película. La trama se centra en el matrimonio Wheeler, un martimonio que a base de falsas esperanzas de cambio intentan disimular su desafecto, su incomunicación, sus fracasos como pareja, su irrefrenable caida en picado empujados por la ansiedad de no haber alcanzado sus sueños.
Él, en un trabajo "heredado" y ella como actriz fracasada. No os cuento más, sólo que Kate Winslet es merecedora de un Oscar y que Leonardo, por mucho que se empeñe, no cuadra papeles de personajes maduros.
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