El fin del viaje.
La crudeza y la tristeza de darte cuenta al final que clase de tipo eres. Toda la culpa es mía.
¿Dónde perdí el sentido de la realidad?.
En qué maldito momento me desvié del camino y me desorienté hasta no saber volver.
No se quien soy, ya no me reconozco ni a mí mismo ni a las personas que aprecio.
Siento el sufrimiento en una de las personas que más quiero y que más se parecen a mí y no quiero acabar así, pero ¿y si ya he acabado así? ¿y si se acerca el final de mi viaje?
Me quedan tantas cosas por hacer, tantas cosas por ver, tantas cosas por sentir, tantas cosas por oler y no sé si llegaré,...
No sé si puedo ayudarte, aunque ayudarte a tí es hacerlo conmigo mismo.
Recomponer nuestras vida, coger esos pequeños e inocentes trozos que fuímos perdiendo, que hacían de nosotros personajes especiales y volver a juntarlos, y renacer de nuevo.
Envidio la simpleza de las cosas, que todo fuera más fácil y que mi cerebro pudiera descansar alguna vez.
¿Dónde coño hemos ido a parar? ¿ya no se puede volver el reloj hacia atrás?.
Nunca es demasiado tarde, o sí
Por cierto Sunday Drivers, el grupo de Toledo ha sacado un disco excelente "The end of Maiden trip"
2 comentarios:
A ti la edad parece que te convierte en un romántico añorante y en permanente penitencia; yo creo que cada vez soy más hurañamente misántropo. ¡Qué dúo!
Si no estoy metiendo la pata, y lo que has escrito no es ficción ni estás citando palabras de otro, te dedico mi última entrada inspirada por nuestro admirado rey Javier I de Redonda. ¡Je!
La verdad es que yo también veo que estás entrando en una espiral peligrosa. Aún estás a tiempo... solo disfruta de la vida
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