Un mes

Llevo ya un mes viviendo en Angola.

Un buen amigo me comenta que sus 11 hijas se lavan cada día en un balde con agua, que no pone una ducha porque ya gasta 200 $ al mes comprándola y si pusiera una ducha no ganaría lo suficiente para poder ducharse todos. Esa es Angola un país del cual todo el mundo dice lo mismo "lo amo y lo odio por igual"

Odio el tráfico, la mala educación vial, que te intenten sacar dinero por el simple hecho de ser blanco, la basura en las calles, el calor húmedo que te deja exhausto, los altos precios por todo, el polvo y los mosquitos pero a la vez la amo como puede que no haya amado antes a un país. Amo la alegría de la gente, el mar, el estrés que te hace sentirte jodidamente vivo, salir a correr a las 5 de la mañana y que los niños te miren y te saluden, los chiringuitos de la Ihla, mi amigo Diego, que unas niñas se emocionen tanto al regalarles una muñeca (ojalá mis sobrinas disfrutaran de los regalos como lo hicieron estas pequeñas) 

Sólo llevo un mes, pero me siento como si llevara toda la vida. Aunque sigo echando mucho de menos Donosti.