Viaje

Me quedan 8 días, 20 horas para salir hacia Tokyo.

Sin duda es el viaje que siempre he soñado, aunque no se realmente si me voy en el momento adecuado. Para viajar hay que hacerlo libre de toda carga, con la maleta ligera y no como si llevaras 5 m3 de hormigón en la mochila.

Serán los nervios del viaje, supongo, o el cielo nublado de Donostia que hoy me produce un dolor de cabeza extremo, o ...

Me he propuesto animarme, sino tantos años esperando este viaje y resulta que...

Tengo ganas de perderme entre los neones de Tokyo, hablar con gente que no conozco hasta quedarme afónico. Navegar por sus calles como si buscara a Mr. Kurtz. Empaparme de vida nipona y beberme cada trago de Sake hasta que me empape toda la garganta.

Será que tengo miedo a que me decepcione? Siempre he sentido inquietud ante lo desconocido, no pavor. ¿por qué este viaje me crea tal estado de ansiedad?

Me gustaría disfrutarlo como si fuera el último viaje de mi vida (espero que no sea premonitorio). Volver a sentir la alegría de los sentimientos perdidos. Captar con mi cámara cada segundo del viaje, para poder compartir cada fragmento de Sol Naciente con mis amigos. Observar atentamente cada estación y cada cruce que transite. Dirigir mi mirada hacia lo que es, lo que fue y lo que será y sonreir.

"Es curiosa la vida... ese misterioso arreglo de la lógica implacable con propósitos fútiles! Lo más que de ella se puede esperar es cierto conocimiento de uno mismo... que llega demasiado tarde... una cosecha de inextiguibles remordimientos"  (El corazón de las tinieblas, Joseph Conrad)